Congelado. Congelado y calado hasta la médula he acabado. "¡Pero en Tenerife hace un calor de la leche animal!" dirán algunos. Bueno, sí, lo que es calor, en Tenerife, hace muy mucho. Peeeeeeeeeero es que me he ido durante una semana a Irlanda. Y os preguntaréis: "¡Ahí va, que chulo! ¿Y cómo es?" Básicamente y en dos patadas:¿Os imagináis un congelador en la ducha? Pues eso.

Pero al final fue una buena experiencia. Por la mañana hacíamos actividades y por la tarde teníamos (Sí, ni a más de 4 horas de distancia nos librábamos) clases de inglés. El día que llegamos era domingo por la noche. Me fui a la casa de acogida con un compañero del colegio muy simpático llamado Manuel. El lunes hicimos un tour turístico por la ciudad de Dublín. Y para los incultos que no lo sepan, Dublín es la capital de Irlanda. El martes por la mañana fuimos a un parque de colchonetas elásticas en... No, ni se me ha ido el baifo ni habéis leído mal: un parque de colchonetas elásticas. Y es (seguramente) como os lo estáis imaginando, y lo definiré en dos palabras: Colchonetas Everywhere. Dejémoslo ahí. El miércoles fuimos a Botanic Garden, un jardín botánico con invernaderos, todo tipo de plantas y más verde que la ensalada que vuestra madre os obliga a comer. El jueves nos fuimos a unos campos de fútbol a jugar a fútbol (valga la redundancia), otro partido de fútbol pero este con gafas que deformaban tu visión y veías no doble, sino triple, y un combate de tiro con arco. Diréis: "Pues se te ha tenido que dar genial.". Discrepo. digamos que la puntería me la dejo en los videojuegos. El viernes hicimos una excursión a Glenndaloch, que en gaelico significa "Valle de los dos lagos". ¿Adivináis dónde estaba?¡Correcto!: Entre dos lagos. Y saqué una foto buenísima. ¡Deleitaos!:
Y luego el sábado nos llevaron a Dublín y dijeron dos palabras que nos alegraron un montón a todos: Shopping Time. Os podéis imaginar a la velocidad a la que dispersó el grupo. No sé lo que compraron los demás, pero yo compré una taza para mi padre y un collar para mi madre. Y luego, el domingo, carretera y manta. O, mejor dicho, avión y manta. Y la manta con razón, porque los vuelos duraban cuatro horas o más. La única salida era una siesta.
¿Qué si repetiría?¡Pues claro, me encantó! Pero la próxima vez que me recuerden llevar un paraguas y mucha ropa de abrigo.
Nos vemos en mi siguiente artículo
En fin, chavalín, que me aburría y he dicho: "¿Por qué no voy con el colegio a Irlanda, para enfriar un poco el cuerpo?" Lo que es enfriar el cuerpo, creo que eso bien. Solo digo que la mínima de aquí es la máxima de allí. Aviso: aquí la mínima ronda los 20 o 19. Pero no solo eso, también se puso a llover. Como si no fuera suficiente.


¿Qué si repetiría?¡Pues claro, me encantó! Pero la próxima vez que me recuerden llevar un paraguas y mucha ropa de abrigo.
Nos vemos en mi siguiente artículo
Toni de Frutos Acosta
No hay comentarios:
Publicar un comentario