El Teide es el pico más elevado de toda España, unos 3.718 metros sobre el nivel del mar. ¿En que clase mundana de Geografía no se ha metido eso en la cabeza de los niños con calzador? Lo que probablemente no esté en los libros es que realmente mide mucho más contando con su base en el lecho oceánico; ni más ni menos que unos 7.500 metrazos p'arriba. Solamente 1.000 escasos metros más bajo que el Everest. Claro que también habría que sumarle la distancia submarina, quedándose en 29.029 metros... Mejor lo dejaremos correr. "¿Y a qué viene todo esto?" Pues es que vengo a hablaros del Teide, que he subido hasta el tope recientemente, pero de esto no vengo a hablar. Hoy, en contraposición a otros días vengo a ofrecer datos, y no experiencias mías que no le interesan ni al juzgado.
Para empezar, el Teide es un volcán. Así de primeras. De hecho, está la teoría de que las Islas Canarias se formaron por esta misma actividad volcánica. Sin embargo, la movida no acaba ahí: hay estudios de que el Teide tendrá erupciones volcánicas, y no pequeñas precisamente, en un futuro incierto. Oh, y he mencionado el hecho de que este volcán está en la misma lista de los volcanes más peligrosos del mundo, junto al Etna y el Vesubio? Sí, este volcán está al mismo nivel que el volcán que convirtió a medio mundo en ceniza antes de que Thanos lo popularizara.
Tienes dos opciones para la subida: puedes ser inteligente y usar el teleférico del Parque Nacional del Teide y te ahorras esfuerzo y sufrimiento de tener que andar cuatro horas cuesta arriba; o puedes ser un suicida y subir desde abajo a pata, para lo cual tardarías cuatro horas en subir toooodo el sendero desde la caldera, que se hundió debido al mismo peso del volcán. Sin embargo, dentro es muy bonito, ya que toda la lava solidificada le da un cierto toque de paisaje lunar.
Pero volviendo a la ascensión, a primera vista parece que el funicular es la opción más sensata. Sin embargo, si lo que quieres es disfrutar de uno de los amaneceres más bonitos que existen, no podrás usar el telecabina, ya que no está en funcionamiento a la hora del amanecer y, por lo tanto, la única manera es escalar la montaña en sí por un sendero. Uno de ellos es el sendero de Montaña Blanca, por el cual primero se va por una pequeña cuesta, y luego, el sendero escala toda la montaña por el lateral...y aquí es donde las cosas se tuercen. Porque cuando digo que ese sendero es muy largo, digo que es INFERNALMENTE ETERNO. Y si al cansancio de subir cuatro horas de montaña le sumamos la creciente fal

Es algo que merece la pena ver.
Pero además el bonus que tiene ese refugio es que si duermes allí, te levantas a las cinco de la mañana y escalas lo que te queda de montaña hasta la cima, puedes amanecer desde el punto más alto de toda España. Sí, puede que apeste un poco a huevo podrido, pero las vistas bien merecen la pena. Y además, la sombra que se proyecta durante el amanecer es la sombra más grande jamás proyectada sobre la superficie del mar. Es una vista espectacular, incapaz de describirse con palabras, solo con verlo.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Antonio de Frutos Acosta.
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